En toda negociación, mantener un buen vínculo es una de las mejores alternativas para alcanzar los objetivos anhelados. Para eso hay que generar confianza, la cual permite comprender a la otra persona, conversar en buenos términos y evitar complicaciones que retrasen todo.
Por esta razón, hay al menos tres técnicas a implementar que son muy recomendadas y marcan un antes y un después en todo ambiente al momento de negociar contratos, trabajos, días y horarios y funciones. Agilizan los procesos, optimizan la comunicación y, lo más importante, otorgan una ventaja para ambas partes.
1° técnica: Ganar-ganar
Consiste en mantener una misma bajada de línea a partir de la idea de llegar a un acuerdo que resulte beneficioso para todos. También reducir los posibles conflictos y resentimientos con el fin de ocasionar un clima tenso que dificulte la negociación y perjudique a las partes.
Se trata de un beneficio mutuo que, a su vez, resulta muy positivo de cara al futuro ya que los negociantes continuarán siendo, por ejemplo, compañeros de trabajo o simplemente compartirán un mismo espacio de trabajo que implicará mantener un vínculo.
2° técnica: Realizar negociaciones por compromiso
Ante la imposibilidad de soportar que otro pueda salir ganando, con este tipo de negociación se busca llegar a un acuerdo superficial, que implica fortalecer los beneficios ajenos a las partes para sentirse más conformes.
Además, esta técnica les permite a las partes saber que evidenciarán pérdidas o que ninguno obtendrá una gran victoria. De este modo, la negociación final se hace mucho más simple y menos estresante.
Pero lo más importante es que esta negociación genera confianza y resulta ideal para contextos en los que se debe actuar con rapidez, que es lo que sucede muchas veces.
3° técnica: La planificación, la rigurosidad y el respeto como base principal
Se trata de los tres factores o conceptos básicos que deben estar en la idea de las personas antes de empezar a negociar entre sí. Para ello se recomienda, por ejemplo, preparar la negociación con varios días de anticipación y así tener tiempo para informarse respecto a las ventajas o desventajas de algo.
También la planificación contribuye notablemente a evitar imprevistos, situaciones incómodas o resultados que perjudiquen al menos a una de las partes involucradas.
Al mismo tiempo, las muestras constantes de respeto y la idea de que ambos se encuentran en la misma situación lleva a una mayor confianza y, claro está, a una mayor rapidez de negociación y posibilidades de obtener los resultados deseados.