Cualquiera sea tu deseo u objetivo en una negociación, la complejidad de lo que tratas con la otra parte implica la aparición de diferentes escenarios. Muchas veces, estos modifican los planes y las ideas iniciales y te obligan a proceder de otro modo.
Se trata de imprevistos que surgen antes, durante o incluso después de una negociación; por esta razón, hay al menos cuatro claves para impedir que padezcas complicaciones y que la negociación resulte exitosa para ti.
Clave 1. Adecúate al contexto
Antes de pensar ideas y de comenzar a hablar ya sea de forma oral o escrita, debes conocer bien en detalle la totalidad del contexto que enmarca a la negociación; de esta manera, comprenderás las diferentes situaciones y necesidades que te llevan a ti o a la otra parte a estar negociando.
Además, adecuarte al contexto te permitirá conocer más sobre la necesidad de dicha negociación. Por lo tanto, es mucho más probable que obtengas mejores resultados tras reclamar lo que sientes que te corresponde.
Clave 2. Conocer los puntos fuertes y débiles de la otra parte
Lo fuerte y lo débil de la otra persona son los mayores responsables de lo que te reclame, lo que pretenda lograr, lo que desee de ti y, fundamentalmente, de lo que te acepte o rechace.
Por eso, conocer en detalle estas cualidades de la otra parte te llevará a desarrollar una negociación exitosa; sabrás qué proponerle, cómo y las probabilidades de que se acate a tu pedido. De este modo, el trato será más cordial y culminará de la mejor manera y en un lapso de tiempo menor.
Clave 3. Utilizar las técnicas más adecuadas según la situación
Dependiendo de los detalles que estés tratando con la otra parte, algunas requerirán de, por ejemplo, explicar con mayor atención ciertos detalles o escribir en una hoja los números de un contrato.
Para lograr esto es importante también conocer bien a la otra persona. Por eso es muy recomendable realizar las negociaciones con alguien que ya conversó contigo en otras oportunidades y que posee experiencia en tratar acuerdos.
Clave 4. Lograr una interacción óptima
Ante diferentes cambios o imprevistos que puedan surgir durante una negociación, es esencial que ambos sepan que se encuentran en la misma situación y que salir muy favorecido uno y perjudicado el otro no sirve.
Así, factores como la seriedad, la verdad, no caer en chicanas o mentiras, la precisión de los datos y la claridad al comunicar lo que cada uno pretende son esenciales en una negociación.
Además, estos factores permiten conseguir una interacción óptima que redundará en lo que más desean ambos: lograr la mejor negociación posible y sin inconvenientes.