Mantener un conflicto con alguien es muy frecuente en todas las actividades y contextos. Sin embargo, los conflictos familiares suelen ser más complejos y no necesariamente por lo que ocurre o se pone en juego, sino porque se trata nada menos que de la familia y, en algunos casos, de las personas con las que convives a diario.
Por ello, te facilitamos cinco consejos que te permitirán resolver eficazmente un conflicto familiar y evitar todo lo que el mismo implica para tu día a día.
Consejo 1. Maneja las emociones
Al tratarse de la familia, las emociones son muy fuertes y por ello pueden pesar negativamente. Pasarse factura, echarse culpas, agredir como consecuencia de estar harto o gritar, entre otras, sólo sirve para agudizar la situación.
Por esta razón, manejar correctamente las emociones (o al menos evitar que produzcan consecuencias negativas) resulta esencial si tu objetivo es llegar a un acuerdo de beneficio propio o mutuo.
Consejo 2. Estar bien preparado
En paralelo a lo anterior, una negociación para resolver un conflicto familiar requiere de una preparación íntegra. ¿Qué significa esto? Que no puedes levantarte y, de un momento a otro, empezar a hablar sobre el problema.
Concretamente, tienes que estudiar en detalle el conflicto, comprender por qué surgió, cómo procedió, qué hizo cada uno para resolverlo o empeorarlo y consolidar tus ideas y pensamientos para transmitirlos de la mejor forma posible.
Consejo 3. Muestra voluntad de lograr un beneficio mutuo
Una de las peores cosas que puedes hacer al momento de negociar un conflicto con tu familia es intentar beneficiarte únicamente a ti. Imagina que lo consigues y con personas que viven en tu hogar. Dicho beneficio será a cambio de perder drásticamente en otros aspectos.
Por ello, buscar un acuerdo positivo para todos posibilitará no sólo un beneficio, sino también una convivencia sana, feliz y que no devenga en situaciones desagradables a futuro.
Consejo 4. Encara la negociación bajo la meta tú ganas-yo gano, tú pierdes-yo pierdo
Más allá del beneficio mutuo, si alguno debe relegar algo, lo mejor es que al otro le suceda lo mismo. En caso contrario, imagina estar del lado del perdedor y que el otro desborde de felicidad. La situación seguirá siendo tensa y hasta podrá producir nuevos inconvenientes incluso en el corto plazo.
Así como todas las partes involucradas deben avanzar en cada uno de los pasos o condiciones necesarias para la resolución del conflicto, los resultados deben reflejarse del mismo modo para todos.
Consejo 5. Sé positivo
La positividad es clave para aumentar las probabilidades de que el conflicto se resuelve adecuadamente. Quienes se muestren negativos sólo contribuirán a una resolución tardía e ineficaz.
Claro está que la positividad debe estar presente en todas las partes y no solamente en ti. Sin embargo, si esto último sucede tú debes continuar siendo positivo ya sea para contagiar a los otros o para tú obtener un mejor resultado.
